martes, 30 de marzo de 2021

El color de los cerezos - (ejercicio Nº6, v. 2.2)

 

El color de los cerezos (2.2)

 

Vayamos a la barra, está vacía, allí no llega esa música estridente de la pista, no soporto las marchitas. De acuerdo, yo tampoco, además, quiero beber algo, hace calor ¡Qué fiesta!, nosotros no tuvimos nada parecido, ¡qué lindo que María Jesús disfrute tan plenamente su fiesta de casamiento. ¿Qué te pido? Champán. Bien, un Fond de Cave Brut para la señora, yo, Chivas Regal, con hielo, por favor.

¿Sabes?, me encanta mirarte, estás deslumbrante, ese vestido de Saks te queda muy bien, así, ceñido a las caderas y, jaja, a tus elegantes 52 quilos, ¡qué caída la de esa viscosa!, fina, liviana, marca tus formas, hermosos los dibujos de flores sobre blanco, las mangas hasta el codo, bien por las hombreras, el escote, ¡qué clase!, una V profunda y larga, combina perfecto con tu metro setenta de altura. Me gustan las sandalias, te atreviste con tacones pronunciados, perfecto el talón desnudo con una tirilla angostísima. Las conseguí en Porta Portese, en Roma, nunca sabes lo que puedes encontrar allí. Estás más tostada que yo, válgame, cómo resaltan esos ojos tuyos, bellos, felinos, incontenibles. Para mis adentros pienso, tampoco yo estoy mal, un metro setenta y cuatro, 70 quilos; estoy enfundado en un traje Pierre Cardin de 3 piezas, paño tropical color arena, peligrosamente claro, elegí una corbata de seda italiana roja y marrón para contrastar, el nudo clásico, la camisa blanca. Por el color de nuestras pieles es evidente que estamos a fines del verano, hicimos bastante playa oceánica.

Sé que no te entusiasma la música movida. También sé que no tienes límite para mirar mujeres a diestra y siniestra y, si son atractivas, te quedas como congelado. Bueno, bueno, ¿qué me quieres decir con eso? Me llevo otra vez el whisky a los labios mientras, miro sus ojos, es extraño, ahora proyectan melancolía. Ya terminaste tu Fond de Cave, oye camarero, ponle otra copa de champán a mi mujer, Chivas a mí, y más hielo. Prueba las castañas de cajú y los palitos de queso, ¡están súperrrr! No tengo ganas en este momento. Noto, para mis adentros, que me quiere decir algo, lo veo en su mirada que no es la de siempre. ¿Has visto qué divina está Alicia? No la conozco, el Chivas está muy rico. Que no la conoces me dices, pero la seguiste con la mirada cuando pasó cerca. ¿Tampoco conoces a Raquel?, se pavoneó con ese escote descomunal caminando provocativamente, se cree que está sobre una pasarela. Oye, baja un poco la voz, no, no, no le noté nada especial, además, estaba de espaldas a ella. ¡Cuándo no!, esta desfachatada se sentó en el puf donde estabas tú, vale, a tus espaldas, pero bien que se te pegó restregándose contra ti. Claro que no la mirabas, pero la sentías. Bueno, bueno, qué quieres, yo no tengo nada que ver, fue ella la que vino y se sentó en el mismo puf. ¿Qué buscas con tanta reprimenda?

Has terminado tu champán, te pido otro. Camarero, Fond de Cave para la señora y completa mi Chivas, más hielo, gracias. Si te hablo de todas las veces que miras lascivamente a otras mujeres no sé cuándo terminaríamos. Ya es demasiado, y ahora mi marido pone su mano sobre la mía como si nada pasara, ¡qué caradura!, callo, no digo nada, miramos los invitados bailando en la pista, también a los que sólo conversan. Sigue tomándome la mano mientras se fija en esa chica, ¿será posible? Retiro mi mano. ¡Ya te pesqué otra vez!, le clavaste los ojos a la rubia, no parece mayor de 18. No me lo niegues, te vi hacerlo sólo unos pocos segundos atrás y para colmo, me tomas la mano. El otro día lo mismo, me hablabas sin pausa de Graciela, dijiste que tiene 18 años también, dices que la quieres transformar en modelo top. ¿Acaso necesitas fotografiarla sin sostén para eso? Sabes muy bien que es mi trabajo, soy un profesional serio y, no sólo eso, también debo hacer funcionar las RRPP y su imagen en los medios. Sí, y ya que hablamos, te cuento que el otro día la llevé al cocktail lounge del Columbia para que mi cliente, Bukaloff, el amigo de tu papá que tiene la fábrica de lencería y trajes de baño, la conociera en persona, se la he propuesto para que liderar la campaña de esta temporada, ¡yo la descubrí! Ahora confiesas que has salido con ella y, ¿qué me dices?, acaso la chica rubia que te comías con la vista hace apenas un minuto, ¿era también trabajo? Las observo porque son la materia prima de mi trabajo, soy un artista, y muy creyente, ¡admiro la obra de Dios, ja ja!

Póngame otra copa de Brut. También este barman es otro mirón, como si nunca hubiera visto una mujer. Y Chivas para mí, por favor. Ahora, ya que estamos hablando a calzón quitado, mi divina mujer, ¿a qué viene todo esto?, sólo me recriminas o, ¿qué buscas? No las resisto, son muchas cosas, las dejé pasar, pero ya no da para más, me molesta y mucho. Sigues actuando igual, ya mismo mientras te hablo, tu vista se posa en la mujer de Esteban, anímate, ya que eres un artista dile que no le vendría mal bajar unos quilitos. Sabes que se ofreció para trabajar de secretaria en el estudio, y está más que calificada, habla cinco idiomas y tiene un MBA. ¿Vas a terminar o seguirás arrimando leña al fuego? El Chivas no me calma, tengo ganas de irme. Mira que sé mucho más de tus andanzas de lo que te imaginas, como con esa amiguita tuya, Susana, la que te llamó a casa casi a medianoche, ¿era también por trabajo? O la María del Rosario, mucho instituto de monjas, familia de chupavelas, pero es más loquita que lo que se puede uno imaginar, hasta se atrevió a hablarme para que la tomaras como asistente, para la entrevista contigo se fue de hot-pants brevísimos y una blusa casi transparente. ¿Y qué me dices de cuando estás con tu discreta Mehari, tapizada de carteles del estudio y entras a hoteluchos de dudosa reputación? Hago muchas tomas on location, eso lo sabes, bueno, si tanto te molesta mi trabajo y quieres hacer tu propia vida, te ofrezco la libertad, cada uno por su lado, pero te repito, yo te amo sólo a ti. Así que estás en machito, me ofreces la libertad cuando eres tú el que se la toma a cada minuto sin ni siquiera pensar en mí.

Oye, tráeme más Fond de Cave. Vale, vale; yo sigo con el Chivas, pon más castañas. Me quedo callado y sorprendido, sus ojos ya no tienen aquella mirada melancólica de cuando nos sentamos en la barra, se han transformado en estiletes fríos, punzantes, agudísimos, prontos a destruir donde se posen. No respetas nada, ni siquiera a mi amiga que te recomendé para arreglar la contabilidad de tu empresa, al tiempo la despediste para así poder seguir siendo amantes sin lazos laborales, ambos lo sabemos muy bien, ella me lo confesó. Mira, te vuelvo a decir que tienes razón, he hecho cosas que no están bien, todo lo que has hablado es cierto y hay muchas más cosas aún, estoy dispuesto a dejarte libre y tranquila, pero tienes que saber que, haya hecho lo que haya hecho, todo ha sido sin amor. No quiero que estés mal, yo sólo te quiero a ti, y mucho, pero estoy dispuesto a perderte para que no sufras más. Otra vez silencio, el barman amaga a traer más bebidas, no, por ahora no, gracias, mi admirable mujer sigue callada hasta un: voy al aseo y vuelvo en un minuto.

Ella se levanta alejándose de la barra. Hablo conmigo mismo mientras paladeo el Chivas restante del vaso en mi boca. ¡Qué cuerpo escultural!, fíjate, esas pantorrillas tostadas por el sol de la playa y, cómo se contonean sus generosas caderas, qué hermoso el cabello acompañando el movimiento a sus pasos decididos con suaves ondulaciones, esos talones desnudos en las sandalias con tacón stiletto de Porta Portese. Camarero, ¡escúchame!, ahora sí, ya puedes reponer las bebidas, gracias.

Listo, ya está, dice mientras se sienta en la banqueta de la barra, veo que su mirada ya no es del estilete afilado de hielo dispuesto a perforar cualquier alma, es la bondadosa de siempre. Te veo más distendida ahora, luego de ir al aseo. Sí, sí, pensé un poco, ¿sabes?, está bien, si todo fue sin amor no hay problema. Ah, me terminaré el champán, yo haré lo mismo con el Chivas, pero, vayamos ya a bailar, están pasando temas lentos, oye, han puesto a Manzanero en Somos Novios, ¡nuestro favorito!

 

Somos novios

pues los dos sentimos mutuo amor profundo

y con eso

ya ganamos lo más grande de este mundo

 

Nos amamos

nos besamos como novios

nos deseamos

y hasta a veces

sin motivos, sin razón

nos enojamos

 

Somos novios

mantenemos un cariño limpio y puro

como todos

procuramos el momento más oscuro

 

Para hablarnos, para darnos

el más dulce de los besos

recordar de qué color son los cerezos

sin hacer más comentarios, somos novios

 

Somos novios, sólo novios

siempre novios, somos novios.



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